Jesús Martín-Barbero es un reconocido teórico de la comunicación y los
medios, nació un 3 de octubre de 1937 en Ávila, España. Es Doctor en Filosofía,
semiólogo, antropólogo y experto en Comunicación y medios. Desde 1963 reside en
Colombia, en 2003 obtuvo la nacionalidad del mencionado país.
Es una de las
figuras centrales del campo de los estudios culturales latinoamericanos. Su
análisis de la cultura como mediaciones, el estudio de la globalización desde
la semiología, la relación de los medios con sus públicos, y en especial la
maneras como esto los interpretan, que estudió específicamente para el caso de
las telenovelas en Latinoamérica, son algunos de sus aportes.
Fue presidente
de la ALAIC (Asociación
Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación), miembro del Comité
consultivo de la FELAFACS (Federación
Latinoamericana de Facultades de Comunicación Social). Es miembro del Comité
científico de Infoamérica.
Estuvo como
docente invitado en las principales universidades de México, Londres, Madrid,
Puerto Rico, Buenos Aires, Sao Paulo, Lima, Colombia, etc.
Es visible que De los medios a las mediaciones (1987) es una de sus obras más
relevantes que, sin duda, lo abordaremos más adelante. Ahora vamos a hablar
sobre El debate latinoamericano sobre comunicación masiva, capítulo
perteneciente al libro Comunicación masiva: discurso y poder publicado
originalmente en 1978, reeditado por Ediciones CIESPAL y publicado en febrero de 2015 en Quito, Ecuador.
Implicaciones de la teoría en el
proceso de dominación
En los primeros párrafos de este capítulo,
Martín-Barbero nos habla de la dependencia cultural y la mediación, y cómo éste
último concepto desenmascara falacias del desarrollismo y economicismo del
imperialismo.
Las raíces de la dependencia cultural,
como indica Martín-Barbero (2015), están en la propia historia y no fuera, en
la “cultura del silencio y de la sumisión”,
interiorizada en el colonialismo.
Ese mismo pensamiento, continúa Martín-Barbero
(2015), posibilitó desenmascarar las verdaderas necesidades de desarrollo (necesidades
tecnológicas de comunicación como articulación e imposición de una socialidad
que sincronice con el desarrollo).
También señala (Martín-Barbero, 2015) que,
en la llegada del liberalismo a América Latina, hubo una ausencia de
pensamiento crítico y que el método aparece como un recetario acerca del conocimiento
social, también, paralelamente, llegó el marxismo. Ambos llegan como
dogmatismo. De tal manera que la dependencia cultural se interioriza también en
la división social del trabajo a nivel internacional.
Bajo esta dependencia cultural, los países
latinoamericanos no pueden permitirse el lujo de hacer ciencia, pues las
prioridades nacionales no se enfocan en ello. Respecto a esta situación,
Martín-Barbero propone, especialmente a los gobiernos, mayor inversión en
laboratorios, centros de estudios, en investigaciones, etc., para producir ciencia,
conocimiento y tecnología a favor del desarrollo de los propios países, sólo
así se llegará, como dice Martín-Barbero (2015), hacia las verdaderas “patrias
de ciencia”.
Respecto a las investigaciones sobre
comunicación, Martín-Barbero (2015) señala que el investigador no debe
conformarse con solo ver a la comunicación como un objeto de observación, sino
que, al proyectarla en el movimiento de un proceso, el investigador, siguiendo
la práctica científica, debe ser analítico y crítico y no camuflar problemas de
impacto social. La investigación no debe obedecer a necesidades homogeneizadoras
norteamericanas a través de los medios masivos.
Respecto a la Mass Communication Research, Martín-Barbero (2015) hace una breve reseña sobre
su origen, en el cual indica que el centro de atención son los sujetos
receptores, y viendo lo investigable al contenido de los mensajes.
Martín-Barbero (2015)
no niega que ese método de investigación sea eficaz, lo que critica es que éste
sirva de instrumento de dominación por parte de intereses norteamericanos. Al
mismo tiempo que ve al método muy superficial.
El esbozo de una teoría crítica
Al comenzar este
capítulo, Martín-Barbero (2015) cita el siguiente fragmento:“El rasgo que debe diferenciar el enfoque de la comunicación de las perspectivas originadas en los países centrales es la concepción totalizadora del proceso comunicacional. En otras palabras, se trata de concebir la comunicación en todos sus niveles de funcionamiento como un aspecto del proceso productivo general de la sociedad”. CIESPAL, doc. De la reunión de Costa Rica (1973)
I. El carácter estructural de los procesos
Martín-Barbero (2015)
señala que el empirismo sociológico fragmenta lo social. Y cada fragmento
se automatiza, se autorregula, tiene dinámica y eficacia propias.
Esa fragmentación
fundamenta la creencia en la influencia de los fenómenos de comunicación sobre
las masas, excluyendo los contextos sociales del receptor. Ellos, continúa Martín-Barbero
(2015), se complementan con el culturalismo, pues para el culturalismo “los
hombres actúan por lo que saben”, considerando que la acción humana se basa de
acuerdo a la información que posee, aislando los procesos sociales de su
entorno.
Esa forma de
comunicación responde a un modo de producir cultura. Siendo el esquema de
Lasswell el que traduce este modo de pensar. Además de obedecer a un modelo
vertical, como lo diría Beltrán, y su unidireccionalidad de la comunicación
imperante a través de los medios masivos sobre un receptor mudo.
Para
Martín-Barbero, este modo de pensar y actuar, es una fetichización del fenómeno
comunicacional y del medio que producen las relaciones sociales, de ahí el
origen de conceptos como “sociedad de masas”, “opinión pública”, etc.
II. La trama mercantil de los medios
Martín-Barbero nombra a Mattelart como el que desarrolló esta línea de pensamiento en Latinoamérica. Para Mattelart, respecto a la forma de mercancía de los medios, el punto de partida es el proceso de fetichización del medio de comunicación sobre su accionar en las relaciones sociales. Con dos consecuencias fundamentales:
Ocultar el proceso de producción y elaboración de los mensajes
Dotar al medio de un valor mercantil
Este proceso de comunicación es similar a la relación existente entre productor-consumidor. La pasividad del receptor se vuelve en una enajenación social entre los dos actores del proceso.
El producto-mensaje que el receptor consume lleva implícitamente inscrito la "marca de fábrica", como huella mercantil del modelo vertical.
Para Martín-Barbero esta "marca de fábrica" es un lenguaje represivo, disimulado, hipnotizante que encierra, recorta y controla el mundo como un orden. Ve al lenguaje publicitario como la expresión más eficiente de la "marca de fábrica".
Otro elemento al respecto, que identifica Martín-Barbero, es el lenguaje de la noticia, mayormente presente en los diarios populares, siendo el ejemplo más claro la "crónica roja". De esa manera, la noticia convertida en lenguaje oficial de información, controlan la forma tanto de producción como de lectura. Por tanto, el lenguaje de la prensa es parte del dominio ideológico de la burguesía.
Referencias
bibliográficas
Martín-Barbero, J. (2009). Discurso
de apertura. 7mo. Encuentro: "Ciudadanías en escena: entradas y
salidas de los derechos culturales", Bogotá, Colombia.
Martín-Barbero, J. (2015). Comunicación
masiva: discurso y poder (2ª ed.). Quito, Ecuador: Ediciones CIESPAL, (pp.
21-57)
Sierra Caballero, F. (2015). Reseña de
"Comunicación masiva: Discurso y Poder" de Jesús Martín-Barbero. Quito:
Ciespal. Chasqui: Revista Latinoamericana de Comunicación, (128),
303–304.
2 Comentarios
¡Muy buen trabajo Jorge! el contenido presentado es muy motivador. Gracias por los enlaces que enriquecen el trabajo. ¡Bien!
ResponderBorrarA seguir adelante con el blog que seguramente nos servirá de mucho en los siguientes años en la universidad y fuera de ella.
ResponderBorrarGracias por comentar. Suscríbete para recibir actualizaciones.